El mazatleco sale como favorito frente pero el estadunidense tiene cualidades que de ninguna manera pueden ser menospreciadas
El mexicano Marco Verde venció el sábado al indio Nishant Dev para acceder a las semifinales de los Juegos Olímpicos París 2024 y asegurar al menos una medalla de bronce, pues en esta disciplina se premia con este metal a los dos peleadores que pierden en las semifinales, aunque, obviamente, Verde va por la victoria que le permita pelear por la medalla de oro, y también, obviamente, no le será fácil.
Enfrente tendrá a Lewis Richardson, un púgil del que no se esperaba mucho, pero que ha conseguido continuar con la tradición británica de ganar al menos una medalla en el boxeo en todos los Juegos Olímpicos desde Sídney 2000.
Verde parte como favorito, mas deberá luchar contra ese historial ganador de los ingleses y el peligro del «underdog», aquel que todos dan por vencido y, sin embargo, sorprende y calla bocas, el tipo de historias que más vida le dan al boxeo.
Richardson llegó a París con la plata de los Campeonatos Europeos de 2022 y el bronce en los Juegos de la Commonwealth del mismo año en su palmarés; derecho y de postura ortodoxa, sus golpes son contundentes, propios de quien ha peleado desde el peso medio hasta el semipesado, con ligereza y velocidad notables. Uno de sus puntos fuertes es el alcance de sus brazos, pues su estatura de 1.87 le da esa ventaja.
En su primera pelea en París 2024, frente al serbio Vakhid Abbasov, Richardson mostró deficiencias en su defensa que permitieron que le entraran golpes del oponente, pero se trató de un precio a pagar por la oportunidad de conectar un volado en el segundo round que seguramente influyó en los jueces, que le dieron la victoria por decisión dividida.
Supo administrar la pelea, dedicándose al contragolpe, donde mostró su poder.
En los cuartos de final su rival fue el jordano Zeyad Eashash y otra vez se mostró demasiado abierto al principio de la pelea, pero nuevamente respondió con contundencia, pues después de soportar algunos golpes rápidos logró impactar más de una vez la cara del oponente.
Después salió a relucir su ligereza, esquivando a Eashash hasta cansarlo, hacer que bajara la guardia y volver a propinarle vistosos golpes en el rostro. Parece que la resistencia y la paciencia son otras de sus virtudes.
Marco Verde tendrá oportunidad en esas distracciones en la defensa de Richardson, pues contrario a lo que vivió el mexicano en la pelea de cuartos de final contra Nishant Dev, quien después de recibir golpes de poder recurrió a los amarres para hacer lucir al encuentro más parejo, es posible que el británico siga con su estilo abierto.
Verde mostró resistencia y corazón desde su primera pelea contra el mozambiqueño Tiago Muxanga, ahora tendrá que demostrar su calidad técnica contra otro igual de aguerrido.
Y si antes se habló de la tradición ganadora inglesa en el boxeo, es justo recordar que esta disciplina es la segunda más exitosa en la historia del olimpismo mexicano, y que además de la escuela mexicana del boxeo, Marco Verde tiene una tradición personal que tratará de honrar esta tarde, pues su padre también fue boxeador olímpico, en Barcelona 1992, donde fue eliminado en primera ronda por Patrice Aouissi, oriundo de Francia, el país donde él aportará otra medalla olímpica a la gloriosa historia del boxeo mexicano.