La rebelión del Atlético San Luis quedó limitada a la calidad del plantel del Monterrey que finiquitó la serie en casa con una goleada de 5-1 (6-3 en el marcador global), consagrándose como el primer invitado a la Final del Apertura 2024 de la Liga MX.
Escapó de la bruma el equipo de Rayados tras un primer tiempo en que dudó de sí mismo luego de una cantidad inverosimil de llegadas que fueron rebotadas por el guardameta Andrés Sánchez.
El regreso del vestuario lo vitaminó y lejos de padecer la depresión de las oportunidades perdidas, clavó un par de goles por medio de Óliver Torres y Germán Berterame.
Pero la antorcha que habían encendido para iluminarse se apagó de un soplido y el miedo comenzó a reptar por todas las paredes del estadio. El San Luis, que había hecho un plan de resistencia, se desabrochó y volvió a ser el equipo animado y feliz que jugaba la liguilla.
La precaución de Domenec Torrent lo llevó al límite y con el partido inclinado, recuperó la moral de su equipo hasta encontrar un penal que el árbitro Marco Ortiz tuvo que dilucidar por casi cinco minutos en la pantalla del VAR.
Un empujón evidente de Héctor Moreno sobre Vitinho condujo al San Luis al centro del ringo de nuevo, con las manos arriba para pedir más pelea. Convirtió el tiro de castigo en solitario Sebastien Salles-lamonge y entonces la zozobra de nuevo en Monterrey, en un estadio hermoso que por momentos enmudeció ante el temor que recibir otro gol y por el dejá vú de hace un año cuando el humilde San Luis los dejó tendidos en los cuartos de final.
Pero esta vez la costosa plantilla del Monterrey honró la inversión de su directiva y ofuscaron al San Luis que estaba abierto en su juego ofensivo. La suerte de un tiro de esquina en el que Daniel Guillén metió un autogol revivió a los Rayados que sintió la final tan cercana como segura a falta de 10 minutos del final. De esta manera le puso fin a una aridez de cinco años sin estar en el partido final del futbol mexicano, desde aquel 2019 en que venció al América.
Para poner la guinda en el pastel, Óliver Torres hizó un golazo para su segundo personal y Brandon Vázquez, que ya tiene la mente puesta en cambiar de equipo para enero, anotó el quinto de la noche. Rayados otra vez demostró que tiene dinero, potencial y goles.
BFG