Benjamín y Mateo Gil tienen mucho que pedir a Santaclós esta Noche Buena.
Benjamín Gil, manager de Charros de Jalisco en invierno y verano, desea una nueva oportunidad como coach en Grandes Ligas, en tanto que Mateo, su hijo y jugador de la novena tapatía, sueña con debutar en MLB. Pero antes de disfrutar de estos deseos hechos realidad tienen como objetivo: conseguir el campeonato con Charros.
“Todos los años hay muchas metas y deseos. Lo que más queremos es la salud y la fuerza para luchar, pero por lo primero que vamos a pelear va a ser, antes que todo, por el campeonato a finales de enero”, dijo Gil. “Una cosa no está peleada con la otra, si a mí me va bien aquí, es más probable que volteen a verme; si a Mateo le va bien, nos ayuda a acercarnos al campeonato, a él puede que lo tomen en cuenta en su desarrollo en Estados Unidos”.
Benjamín Gil, campeón de esta liga con Tomateros en 2015, 2018, 2020 y 2021, fue parte del staff de coacheo de Angels de Los Ángeles en 2022 y 2023. Aspira a regresar la próxima temporada, tras pasar el año con Charros, tanto en Liga Mexicana de Beisbol, como en Liga Mexicana del Pacífico.
Mateo Gil se desempaña como tercera base y viene de jugar su sexta temporada en ligas menores y aspira a dar pronto el paso a las Ligas Mayores con la organización de Mets de Nueva York.
“Quiero jugar en Grandes Ligas algún día, creo que todos los que jugamos beisbol es lo que deseamos en el fondo, pero el beisbol es un deporte de conjunto y ahora lo que quiero es ganar el campeonato con esta novena”.
A pesar de ir paso por paso, el deseo de Mateo es muy ambicioso.
“Realmente poder jugar con mi papá es algo increíble, porque tengo un manager, o a un papá 24/7, pero la verdad es que él, estos últimos años, ha sido algo más parecido a un amigo”, señaló el joven de 24 años. “No sé cuando, no quiero decir que es una meta para el siguiente año, pero sueño con algún día poder jugar en Grandes Ligas con mi papá como mi mánager”.
Esta semana la liga tendrá un par de días de descanso. Los Gil los van a aprovechar para hacer un viaje exprés a Dallas y pasar ahí la Noche Buena y Navidad.
“Es duro pasar la Navidad arriba de un avión, en el estadio, pero no nos podemos quejar porque hacemos lo que amamos”, dijo Benjamín.
“Yo puedo decir que tengo la fortuna de estar con mi papá, pero, además, yo considero al equipo también como una gran familia, entonces está muy bien también pasar Navidad como beisbolista profesional”, explicó Mateo.
Charros tiene un lugar asegurado para la postemporada de la Liga Mexicana del Pacífico, pero buscan amarrar estar entre los cuatro mejores para el inicio de la postemporada, que arranca el 1 de enero, en Jalisco.
“La idea es estar un par de días para Navidad en Texas, pero aprovechando que la mitad de la familia estará ocupada al final del año, que la otra mitad vaya a Jalisco para pasar el Año Nuevo”, señaló Benjamín.
EC