
Para sostener sus finanzas, el hoy pitcher de Washington, Brad Lord, trabajó en la famosa tienda estadunidense
El mandil naranja le sentaba bien a Brad Lord. En Home Depot, su 1.90 metros de estatura y su físico de lanzador parecían diseñados para mover bolsas de mantillo y apilar árboles de Navidad. Nadie sospechaba que aquel joven de complexión robusta que barría el suelo cuando no había más tareas por hacer, en realidad, era un atleta profesional que pasaba las mañanas perfeccionando su slider antes de reportarse a su otro empleo.
Lord nunca tuvo un camino fácil. No era un prodigio de las Grandes Ligas ni una elección de primera ronda con un futuro asegurado. Fue seleccionado en la ronda 18 del Draft de 2022, con un bono de firma de 125 mil dólares. Suficiente para una estabilidad momentánea, pero no para olvidarse de que las cuentas siguen llegando. Para mantenerse de pie, como tantos otros en su posición, tomó un segundo trabajo en la pasada temporada baja. Home Depot no era un capricho; era una necesidad.
Había mucha disciplina y contraste en su vida: por la mañana acudía a un centro de entrenamiento en Tampa, bajo la mirada de Cam Lanzilli, afinando su mecánica, buscando velocidad, dominando el arte de lanzar. Por la tarde, cambiaba la pelota por un mandil naranja y cajas pesadas. Y por la noche, repasaba mentalmente sus lanzamientos mientras reponía estanterías.
Su historia no era la de un talento descubierto en la secundaria, sino la de un tipo que tuvo que aprender a moverse mejor. Fue hasta que Justin Lord —entrenador de lanzadores en las menores de Nationals— lo estudió meticulosamente que descubrieron un problema clave: la desalineación entre su cadera y su hombro al momento de aterrizar con el pie delantero. No sólo corregirlo le quitó tensión al brazo, sino que de pronto, su velocidad subió y sus lanzamientos empezaron a encontrar un mejor destino.
En 2024, Brad Lord explotó en las ligas menores con una efectividad de 2.43 en 25 aperturas, convirtiéndose en una de las historias más intrigantes del sistema de Washington.
El pasado miércoles, a unas cuantas horas de Opening Day, Lord recibió la mejor noticia del año: formaría parte del roster inaugural de Nationals.
De tener un pequeño casillero en Home Depot pasó a un vestidor con el sello de Grandes Ligas.
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