El mundo de las telenovelas ha tenido que despedirse de una de las actrices más queridas y talentosas, Margalida Castro, quien falleció a los 82 años víctima de un cáncer diagnosticado recientemente.
Su fallecimiento fue confirmado este jueves por su mánager Claudia Serrato, y ha dejado un profundo vacío en la industria del entretenimiento en Colombia y América Latina, pues es conocida internacionalmente por la amplia diversidad de proyectos de los que es parte.
Así fue la carrera de Margalida Castro en las telenovelas
Margalida Castro dejó legado en la televisión colombiana y mexicana, con una trayectoria de más de 60 años interpretó personajes memorables en producciones como ‘Gallito Ramírez’, Y’o amo a Paquita Gallego’, ‘Chepe Fortuna’ y ‘El secretario’.
Su participación en telenovelas de Telemundo como ‘La tormenta’ y ‘Victoria’ le permitió volverse internacional y consolidarse como una de las actrices más queridas de la región.
Artistas como Victoria Ruffo, quien compartió elenco con ella en ‘Victoria’ (2007), y Kristina Lilley, con quien coincidió en varias producciones, expresaron su pesar a través de mensajes emotivos en redes sociales.
«DEP mi querida Margalida Castro. Gran compañera, gran actriz y maravilloso ser humano», escribió Ruffo.
Así fue la lucha de Margalida Castro con su salud mental
A pesar de su éxito profesional, Margalida enfrentó serios problemas de salud mental a lo largo de su vida y a los 27 años, un accidente que le provocó un trauma craneal severo desencadenó insomnio crónico, alucinaciones y crisis emocionales, dificultades que la llevaron a ser internada en hospitales psiquiátricos en varias ocasiones, donde vivió experiencias desgarradoras.
La actriz describió su insomnio como una tortura que afectaba cada aspecto de su vida. «La falta de sueño es como la falta de gasolina en un carro, se te funde el motor», afirmó en una ocasión, resaltando el impacto devastador que esta condición tuvo en su salud.
Durante su internamiento, Margalida vivió episodios traumáticos, como el uso de camisas de fuerza y el testimonio de maltratos a otros pacientes. Estas experiencias marcaron profundamente su vida y la llevaron a alzar la voz sobre las deficiencias en los sistemas de salud mental.
Más allá de sus luchas personales, Margalida se convirtió en una defensora de la atención digna para las personas con enfermedades mentales y su testimonio ayudó a visibilizar el estigma asociado a estos padecimientos y la necesidad de transformar las condiciones en los centros de atencion psiquiátrica.
En los últimos años, la actriz trabajó por reconstruir su vida y sanar la relación con sus hijas, un proceso que describió como uno de los más importantes de su vida.
DC