Recientemente, fue aprobada en lo general la reforma constitucional en materia de salud que prohíbe la producción, distribución, venta y consumo de vapeadores o cigarrillos electronicos que contienen nicotina, en el pleno de la Cámara de Diputados.
Los vapeadores son unos dispositivos que en los últimos años se han vuelto muy populares, en especial entre personas jóvenes y adolescentes, como una alternativa del cigarrillo. En un inicio se vendieron como una opción saludable al cigarro, e incluso como una solución para dejar de fumar. Sin embargo, nada de esto tiene algún fundamento científico, sino todo lo contrario, pues son más dañinos para la salud que los cigarros.
Estos cigarros electrónicos funcionan por medio de una batería o conectados a la corriente para calentar y vaporizar una solución líquida que se inhala y que puede ser muy dañina, al tratarse de una combinación de componentes químicos, como el propilenglicol, el etilenglicol y la glicerina.
¿Quién tiene más nicotina, un cigarro o un vapeador?
La directora del Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo de la Facultad de Medicina, Guadalupe Ponciano Rodríguez, señaló para un artículo de la Gaceta UNAM que en un cigarro tradicional hay cerca de un miligramo de nicotina por pieza; los pods o cápsulas de cigarros electrónicos que usan tabaco laminado pueden llegar a tener hasta 60 miligramos. O sea que un vapeador es como si fumaras 60 cigarros de un jalón.
Otros riesgos de los vapeadores
Además, otro daño muy importante se da cuando se le agregan elementos oleosos a estos vaporizadores, como aceite de Cannabis, vitaminas A o E, porque el cuerpo no tiene ningún mecanismo de defensa para expulsar las microgotas aceitosas que entran al tracto respiratorio, lo que ocasiona un tipo muy particular de neumonía grasa que se queda atrapada en los alveolos, bronquiolos y bronquios.
Por otro lado, se han reportado muchos casos de explosión de la batería que se utiliza para calentar el tabaco, lo que ha resultado en pérdida de falanges, e incluso de fractura de mandíbula.
APRM