Hoy los empresarios están preocupados, otra gente huye de Culiacán, otros se cuidan y los menos están en una batalla. Ese es el resultado de la captura (o secuestro) de Ismael El Mayo Zambada García, fundador y líder del Cártel de Sinaloa.
“Los empresarios están preocupados, están dialogando con autoridades y tratando de que las cosas mejoren” en materia de seguridad, declara Agustín Coppel Luken, presidente del Consejo de Administración y Director General de Grupo Coppel.
“Hoy Sinaloa está con muchas dificultades” por la violencia, señala a pregunta expresa de Forbes México.
El gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo está atendiendo el problema en la medida de sus posibilidades y están avanzando, señala Agustín Coppel.
Un grupo de empresarios de Sinaloa pidió 3 mil 270 millones de pesos para la alimentación de trabajadores, el pago un programa de empleo temporal y psicólogos, la entrega de créditos para las micro, pequeñas y medianas y la instalación de cámara y botones de pánico para frenar la crisis económica provocada por la violencia vivida en Culiacán.
De acuerdo con el Colegio de Economistas de Sinaloa, el estado ha perdido 18 mil millones de pesos debido al impacto directo de la violencia en la economía.
Desde hace casi tres meses, Sinaloa enfrenta un conflicto armado entre bandas rivales, lo que ha provocado que muchas empresas cierren sus puertas, reduzcan su personal y operen en horarios limitados debido al temor a la violencia.
“Por esta situación (de guerra) no tengo el dato (del número de desplazados), pero sí muchos —que pudieron económicamente— irse a sus casas de retiro o de vacaciones, ya se han ido”, revela Guadalupe Zavala Yamaguchi, presidenta de la Cámara Nacional del Comercio Servicios y Turismo (Canaco) Culiacán.
La empresaria confiesa que muchos de los habitantes, ciudadanos y pequeños comerciantes han tratado de ser resilientes frente la pelea interna entre dos facciones del Cártel de Sinaloa.
“Desde el primer día que se presentaron estos hechos (de violencia) empezamos a promover (a Culiacán), porque necesitamos vender”, expresa la representante empresarial, quien pide a sus afiliados ser valientes y tener confianza, a pesar de la existencia de 421 asesinatos, 433 desaparecidos, autos con bombas y crímenes en contra de empresarios.
Pero ni los Ejércitos privados ni los escoltas lograron sacarle el miedo a las mentes de esos hombres y mujeres, que nacieron, crecieron y triunfaron con un negocio o empresa en Culiacán, el centro de operaciones del Cártel de Sinaloa por varios años.
La paz para hacer negocios legales y otros fuera del marco legal en Culiacán se derrumbó el 25 de julio de 2024, cuando se conoció que Ismael “El Mayo” Zambada García era secuestrado por Joaquín Guzmán López, el hijo del personaje principal de series y filmes para mostrar al crimen organizado y su evolución en México.
Nadie entendía ni creía que El Mayo Zambada, el hombre del que solo se conocía una fotografía con el periodista Julio Scherer García, había sido capturado sin haberse hecho un disparo ni había dejado un baño de sangre.
La escena final fue un avión, que esquivó los radares de la mayor nación que destina dinero al cuidado de su frontera y espacio aéreo, aterrizando de la nada en Santa Teresa, un pequeño pueblo de 6 mil habitantes en la frontera entre Nuevo México y Texas, en Estados Unidos. La aeronave voló y pasó sin ser molestada por el espacio aéreo de Sinaloa y Chihuahua, entidades donde hay radares de la Secretaría de Marina para bajar aviones procedentes de Sudamérica con cocaína.
Tampoco hay rastro de la existencia de la aeronave dentro de las áreas de vigilancia de operaciones aeronáuticas.
Todo era una incógnita. Posteriormente, el caso entró a un tobogán sin salida. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador pidió explicaciones a Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México. Sólo había una lluvia de ideas de cómo había sido la captura de Ismael El Mayo, quien a través de su abogado mandó su verdad y claves precisas de su caída en el mundo criminal.
El 10 de agosto de 2024, el fundador del Cártel de Sinaloa le dedicó unas líneas para pedirle a sus hijos, quien controla a “La Mayiza”, no ser generadores de violencia ni confrontarse con Los Chapitos.
Un mes después, comenzaron los asesinatos en comunidades y municipios colindantes con Culiacán.Hasta toque de queda hubo y las autoridades municipales pedían suspender clases, que fue así más de 40 días.
También llevaban despensas a comunidades, a donde las empresas cancelaron sus cadena de suministro de la canasta básica.Las primeras señales de la crisis vivida en el centro y sur de Sinaloa salieron desde las cámaras empresariales, quienes calcularon una pérdida diaria de 433 millones de pesos por la falta de venta.
Al quinto día de desatada la pelea entre los Chapitos y la Mayiza, los empresarios pidieron al presidente de la República las condiciones de seguridad para regresar a operar y continuar su vida y con paz.
Para esos días la quiebra estaba en el radar, pero nunca el abandono de su tierra que les dio riqueza prosperidad y la convivencia con lo ilegal.Incluso, Joaquín El Chapo Guzmán fue bendecido con esa prosperidad, ya que fue considerado en algún momento como el 701 hombre más rico del mundo.
Hoy está preso en Estados Unidos por traficar con droga. Culiacán es el origen de empresas con presencia en el mercado mexicano e internacional, como las tiendas comerciales Coppel y Casa Ley, la productora de carne SuKarne, así como es considerado el granero de México.
Hoy la capital de Sinaloa está viendo huir a sus empresarios y otros morir en ataques del crimen organizado.
“Como el Ave Fénix se iba levantar dijo que se levantaría el dueño del restaurante La Chuparrosa Enamorada”, cuenta la presidenta de Canaco Culiacán. Ese dicho lo comentó el empresario que primero le quemaron su restaurante, luego le dieran un premio y reconocimiento por su ascenso en el mundo de la comunidad y que finalmente lo asesinaran y dejaran tirado.
EH